Es evidente, y más en estos tiempos, que la adaptación a las tecnologías de la información y la comunicación han supuesto un fuerte crecimiento tanto en nuestra sociedad global como en todos los sectores laborales. Y la agricultura no se queda fuera, ya que sigue avanzando y adaptándose a los nuevos cambios tecnológicos.
En Grupo Lucas somos conscientes de esos cambios y nos adaptamos continuamente a ese crecimiento con el fin de dar los mejores resultados tanto a través de nuestros productos como en nuestra forma de trabajo con conciencia sostenible.
Son muchas las formas de adaptación en el sector de la agricultura, y el riego es una de ellas. Por ello, esta semana hemos realizado una instalación de un nuevo sistema de riego de precisión. El riego de precisión utiliza las tecnologías disponibles para realizar una programación óptima del riego, fijando el momento, la frecuencia y la duración de riego adecuados conforme a las características del cultivo, la configuración de la red de riego, el clima y suelo de los cultivos, proporcionando así el agua que necesita cada cultivo en el momento exacto.
El nuevo sistema de riego que hemos instalado se llama Root Sense, y es un componente de las soluciones de NaanDanJain AgTech, que ayuda a los agricultores a regar de la forma más eficiente. Se trata de un sistema para riego de alta precisión, bajo mantenimiento y gran fiabilidad. La tecnología Root Sense recopila datos relativos al potencial hídrico de la zona radicular y al microclima.
Lo que nos proporciona todos los datos y la información necesaria para optimizar al máximo nuestros recursos. Los datos que genera son tratados por un algoritmo que resalta cada evento importante y muestra en la aplicación móvil y en la página web, proporcionando alertas e ideas vitales con recomendaciones de acción.
Hemos instalado una pequeña estación Root Sense que, para monitorizar, analizar y recomendar, tiene dos sondas de suelo para la medición de la temperatura del suelo y el potencial hídrico a dos profundidades diferentes, hasta 200 centímetros, y también un sensor de temperatura del aire para medir el microclima.
Con el riego de precisión se aumenta la rentabilidad de las explotaciones y se minimiza el impacto ambiental de esta actividad al disminuir tanto el uso del agua como la aportación de elementos contaminantes al entorno. La implantación de este sistema, que funciona en cualquier tipo de suelo, cultivo y agua y que no necesita de calibración o mantenimiento continuo, es fundamental para garantizar la sostenibilidad de la agricultura de regadío.