¿Quién no ha escuchado hablar de economía circular? La economía circular sigue un modelo de producción y consumo que implica en sus procesos el reutilizar, reparar o reciclar todo tipo de recursos y residuos para conseguir una producción lo más sostenible posible. Trata de optimizar al máximo los materiales que empleamos, para no ser desechados, y ser utilizados en otra cosa o para volver a empezar. Así, nuestros residuos pasarán a ser de nuevo materias primas.
Últimamente se habla mucho de la incidencia y la relevancia que está tomando la economía circular en todos los sectores. Y es que, aunque su concepto parezca una tendencia actual, su proceso siempre ha estado entre nosotros, no es algo nuevo. La naturaleza en sí, es su inventora, es decir, la naturaleza nos marca un ciclo de vida y lo renueva con su crecimiento de forma natural. La propia naturaleza es la causante de la economía circular.
Todo este proceso, nos lleva a entender que el compostaje es la perfecta muestra en la agricultura de economía circular. Ya que convierte los desechos orgánicos en un enriquecido compostaje que servirá como fertilizante para suelos y plantas, entre otras utilidades. Se trata de un proceso controlado que imita el ciclo de la naturaleza y que, gracias a los avances científicos y tecnológicos, permite crear compostaje de gran calidad y de forma sostenible y con un menor impacto para el medio ambiente.
En el sector agrícola la producción es cada vez más exigente, y necesita de alternativas eficientes para seguir avanzando en la sostenibilidad medioambiental. Desde Grupo Lucas buscamos continuamente nuevos proyectos en innovación y medidas de desarrollo sostenible. En este sentido, es de vital importancia potenciar los sistemas naturales en el sector y promover el desarrollo de técnicas que mejoren los procesos menos sostenibles.
El cambio de una economía lineal a un modelo de economía circular implica el desarrollo de nuevos procesos y tecnologías que permitan mantener o darle mayor valor a los materiales, productos y recursos durante el mayor tiempo posible. Se trata también de minimizar la generación de residuos, desde el inicio en el campo con el cultivo hasta una vez ya consumido el producto (envases, empaques, plásticos..etc)
Se estima que los residuos orgánicos rondan entre un 30-50% del total de residuos urbanos. Es evidente que la gestión de los residuos orgánicos, muy abundantes en nuestra sociedad, tienen un papel protagonista en la agricultura a través del compostaje. Participando así en una economía circular en el sector agrícola.
A través del compostaje se evita el desaprovechamiento de los residuos y mejoran esas condiciones reutilizando la materia orgánica. Este abono orgánico de calidad, proporciona a las tierras grandes efectos beneficiosos y numerosas ventajas medioambientales.
