El verano ya está aquí, y conforme pasan los días, va aumentando el calor y también la humedad. Aunque con la ola de calor de las últimas semanas, ya nos vamos acostumbrando, hay días que tras bajar algunos grados, llega de repente y las temperaturas suben sin que tengamos tiempo de aclimatarnos.
El calor excesivo puede ser un peligro para nuestra salud, especialmente si la exposición a temperaturas muy altas se prolonga. Si no somos precavidos y no tomamos ciertas medidas que ayuden a bajar el calor corporal, existe el riesgo de sufrir una insolación o golpe de calor. Es importante tenerlo siempre en cuenta, ya que puede producir una deshidratación por la pérdida de líquidos y sales minerales, y ocasionar graves consecuencias para nuestro organismo.
Trabajar fuera de casa y realizar actividades al aire libre en momentos de temperaturas elevadas aumenta el riesgo de sufrir un golpe de calor. Esto ocurre especialmente en trabajos de campo, en los que pueden no existir zonas a la sombra, y donde habitualmente la temperatura suele estar más alta que en otros lugares. Por ello, desde Grupo Lucas, dejamos algunos consejos y recomendaciones para poder evitarlo.
Consejos para evitar los golpes de calor
- En primer lugar, la hidratación es lo más esencial frente a las altas temperaturas. Por lo que debemos incrementar la ingesta de agua y sal para equilibrar las pérdidas que tengamos a través del sudor. Por lo tanto, no olvidemos tener agua potable en las proximidades de nuestros puestos de trabajo.
- La vestimenta y escoger la ropa que llevar es esencial para hacer más llevadero el calor. Debemos usar ropa holgada, ligera, fresca y de colores claros. Aunque parezca obvio, no debemos dejar partes de nuestro cuerpo en exposición al sol, ya que a pesar de ir cubierto, es importante no quemarnos. Para la cabeza, siempre protegerla con gorra o sombrero.
- Tenemos que tener zonas para el descanso, especialmente en las horas más fuertes de calor. Un cambio fisiológico que experimenta nuestro cuerpo cuando estamos mucho tiempo expuestos al sol, es el aumento del cansancio. Por lo que es conveniente hacer mini descansos para hidratarse y volver a retomar el trabajo.
- Adaptarse tras las vacaciones. Las olas de calor suelen producirse en verano, periodo que coincide con las vacaciones. Por lo que hay que considerar la necesidad de que el operario, cuente con un tiempo de adaptación para incorporarse de nuevo al trabajo y a sus condiciones.
- Debemos limitar el tiempo o la intensidad de la exposición durante las horas del día en las que las temperaturas suelen estar más elevadas, entre las 12 horas de la mañana y las 4 horas de la tarde. Por lo que, en caso de trabajar durante esas horas, debemos hacer descansos, rotaciones de tarea y planificar las tareas más pesadas en las horas tempranas de menos calor.
Y, por supuesto, en caso de aparecer los primeros síntomas de fatiga o cansancio extremo por el esfuerzo físico, hay que descansar inmediatamente e ir a un lugar fresco a la sombra. Los primeros síntomas de golpe de calor son dolor de cabeza, sudor abundante y pulsación alta. Ante esos síntomas, lo primero es hidratarse y acudir inmediatamente a un servicio de emergencia o al centro de salud más cercano.