Tras las intensas precipitaciones ocurridas la pasada semana en gran parte del levante con consecuencias de grave relevancia en localidades puntuales, también este fenómeno climatológico afectó en gran parte a la producción agrícola. Mientras se siguen evaluando y revisando los cultivos, surgen algunos comentarios y preguntas sobre cómo afectan este tipo de precipitaciones en la agricultura.
Como ya sabemos, nunca llueve a gusto de todos, y junto al gran daño que ha hecho en muchas viviendas, los agricultores y ganaderos son otros de los principales damnificados por la gran cantidad de agua acumulada en los últimos días.
Si hace poco se quejaban por la intensa sequía que estaba ya sufriendo el campo, ahora el problema es la lluvia. Y es que tan negativa es la escasez como el exceso. El agua impide a los agricultores trabajar la tierra porque las fincas están anegadas, y muchos cultivos ya se han visto afectados.
El anegamiento que ocasiona el exceso de agua elimina en las plantas los niveles de oxígeno en el suelo al llenar de agua los poros. Esa concentración de oxígeno existente en el suelo puede llegar a eliminarse en menos de un día de anegamiento. Para las plantas y sus raíces es esencial el oxígeno para sobrevivir, por lo que al no tener oxígeno disponible esto ocasiona la muerte de células radicales y por consecuencia, la podredumbre de raíces. A su vez, la absorción de agua y nutrientes se ve inhibida a medida que las raíces dejan de funcionar y los cultivos pueden morir en forma directa o indirectamente por otras causas como las mismas enfermedades derivadas.
La gota fría trajo consecuencias terribles para la Región de Murcia en múltiples aspectos. Cada vez tenemos más datos sobre las consecuencias derivadas de este temporal, pero ya es una certeza que ha tenido un impacto significativo en los campos murcianos.
Además, es evidente que el exceso de agua ha sido muy negativo para cultivos como las hortalizas, la uva de mesa o los cítricos. También, en muchos almacenes de exportación hortofrutícola el agua ha inundado sus instalaciones de manipulación y existen cuantiosas pérdidas. También ha habido importantes daños en explotaciones agrícolas y granjas ganaderas.
Las zonas más afectadas están bastante concentradas y aunque las consecuencias han sido desastrosas, no todas son negativas. Queda el consuelo de que en las zonas que menos cantidad de agua ha caído, aunque son escasas, se han valorado positivamente las lluvias caídas en los últimos días y efectos beneficiosos para los cultivos de secano, así como para los cítricos y frutales.
Aunque han sido pocos los casos en los que la lluvia ha tenido efectos positivos, son los cultivos de secano los pocos beneficiados. Esto se debe a que la cantidad de agua caída de forma controlada, ha proporcionado una reserva de humedad en el suelo que especialmente favorece el buen estado de las plantaciones para las próximas cosechas.
A pesar de esto, no nos podemos olvidar de que hay que mejorar y adecuar las infraestructuras hídricas para mejorar la regulación y embalse de estos fenómenos de gota fría, para poder mantener los cauces siempre limpios, y que no vuelvan a ocurrir estos efectos generales tan negativos.